Ahorro doméstico (VI): Climatización y aislamiento de nuestra vivienda

Por pepecar.com

Aunque se ha hecho esperar un poquito este año, parece ser que ya es definitivo: ha llegado el frío, y nuestra casa parece una nevera, sobre todo por las mañanas cuando salimos de la cama. Mantenerla caliente puede suponernos un gasto excesivo si no tomamos en consideración algunos consejos.

Mantener nuestra casa caliente no es sólo cuestión del tipo de calefacción del que dispongamos para generar calor, lo fundamental es cómo retenemos ese calor para evitar que se escape.

Se trate de una vivienda de diseño, pensada y edificada con los últimos avances en lo que respecta al aislamiento, o una casa tradicional, desde el principio de los tiempos el hombre ha utilizado materiales en la construcción de las casas que las mantengan calentitas en invierno y frescas en verano. Por ejemplo, la fotografía de abajo nos muestra una casa tradicional noruega, de madera y con un tejado revestido de vegetación, que aisla mucho.

Para una buena climatización de nuestra vivienda será imprescindible que la casa esté revestida con un buen material aislante. Las casas de piedra, por ejemplo, mantienen muy bien el calor. Tejados con vegetación, estuco sintético en las paredes… si vamos a edificar una vivienda nueva, informémonos muy bien de las distintas opciones con las que contamos. En cuanto a los suelos, si están cubiertos con moqueta o alfombras, las estancias serán más calentitas.

También es importante tapar rendijas en puertas y ventanas, y dotar a nuestra vivienda de un sistema de doble acristalamiento. Colocando tiras adhesivas en las ventanas o cintas de vinilo o silicona en ventanas y puertas, para ajustarlas, evitaremos que se nos escape mucho calor. Eso sí, tendremos que cambiarlas periódicamente porque cuando envejecen dejan de ser efectivas. Un burlete para colocar en la parte baja de la puerta es fundamental.

Respecto al sistema de calefacción, al buscar la opción más económica para tu vivienda deberás tener en cuenta de si vives en un clima frío o templado.  En climas fríos el gas natural da muy buenos resultados, pues aunque es más cara la instalación, a la larga se amortiza por el coste de la factura.

Si tu clima es templado, un sistema termoeléctrico te permitirá ahorrar energía y dinero. Por ejemplo, el calor azul, de bajo consumo y alto rendimiento eléctrico, es una instalación sencilla y una energía limpia. Valorar la instalación de placas solares que generen nuestra propia energía también es una buena idea en función del lugar y nuestras necesidades.

Vía: Casaktua

Imagen: Arte+Tecnoculto