Marcas blancas para nuestro coche, ¿son recomendables?

Por pepecar.com

Cada vez estamos más familiarizados con las llamadas “marcas blancas”, esas  que los hipermercados y centros comerciales venden con etiquetado propio y que suelen estar fabricadas por primeras marcas. La buena ama de casa sabe distinguir entre productos con marca de distribuidor que valen la pena, y aquellos otros en los que la calidad suele resentirse por estar elaborados con materia prima de calidad inferior.

Al igual que en el sector alimentario, la marca blanca cada vez es más habitual en el ámbito de la automoción, y, si bien es cierto que supone un importante ahorro que en ocasiones puede llegar a ser del 50%, conviene hacerse la siguiente pregunta: ¿Es recomendable utilizar marcas blancas en los productos y accesorios para nuestro vehículo?

La respuesta es, una vez más, “depende del producto”.  Todos sabemos que los talleres de mecánica rápida y los grandes centros comerciales ofrecen accesorios y productos de marca blanca a precios sensiblemente más bajos. Una de las razones por las que su coste es inferior se debe, según la asociación de consumidores FACUA, a que no asumen gastos de promoción y lanzamiento y a que la marca blanca no invierte en investigación, sino que aprovecha una tecnología que ya fue ideada y utilizada por el fabricante con anterioridad, pero que ya está algo desfasada.

Por su parte, representantes de principales marcas aseguran que los productos que fabrican para ser destinados a marca blanca ofrecen las mismas garantías de seguridad y prestaciones, y que la principal diferencia radica en que las últimas novedades en cuanto a formulación o presentación sólo se pueden obtener si se adquiere la marca de fabricante. El paso del tiempo convertirá estas novedades en marca blanca. Otra diferencia estriba en la calidad o tipo de materia prima, por ejemplo entre una lámpara de cristal de cuarzo y otra de vidrio duro.

Efectivamente, la marca blanca siempre tiene detrás un fabricante, por lo que es recomendable asegurarse de que el proveedor del producto de marca blanca es un fabricante de primer orden, pues es común encontrar productos de baja calidad entre las marcas de distribuidor o marcas blancas. Por eso, al igual que hace el ama de casa, podemos también distinguir entre productos o accesorios en función del modo en que puedan afectar al rendimiento de nuestro vehículo. Nos centraremos en baterías, lámparas, limpiaparabrisas, escobillas, aceite y neumáticos.

En las baterías, la diferencia de precio puede llegar a ser hasta del 46%. A la hora de decantarnos por una u otra deberemos fijarnos en el precio, en la garantía que se nos ofrece y en la reputación del fabricante principal. En lámparas, el ahorro puede significar hasta un 55%. Las de primera marca durarán más y consumirán menos, pero podemos recurrir a una marca blanca para el kit de repuesto. En cuanto a las escobillas limpiaparabrisas, suelen estar fabricadas por primeras marcas y pueden suponernos un ahorro de hasta 30 euros, por lo que su relación calidad-precio hace interesante adquirir marca blanca, al igual que el líquido limpiaparabrisas, pues aunque la diferencia de precio no es mucha, su efectividad es la misma.

Sin embargo, existen dos productos en los que no conviene escatimar: el primero de ellos afecta al rendimiento del motor, y el segundo, a nuestra seguridad. Me refiero al aceite y a los neumáticos. En el primero de los casos se recomienda no renunciar a la calidad por ahorrarnos unos 15 – 20 euros, ya que de un buen aceite depende la vida útil y buen funcionamiento del motor de nuestro coche. En cuanto a los neumáticos, se trata del elemento que garantiza la adherencia del vehículo al asfalto, entre otras funcionalidades. El ahorro puede ser de hasta un 30%, pero es que además la vida útil de los neumáticos de marca blanca es inferior, con lo cual tampoco ahorramos dinero.

Vía: Terra

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