Auxilio en carretera (I): PAS. Proteger, avisar y socorrer

Por pepecar.com

Todos nosotros nos hemos encontrado con un accidente de coche en la carretera. Incluso algunos de nosotros hemos parado a auxiliar porque fuimos únicos testigos del golpe. Lo cierto es que prestar ayuda ante una emergencia en carretera no sólo es un deber moral, sino también un deber legal, ya que la omisión de socorro está tipificada como delito en el Código Penal. Pero, ¿Sabemos cómo actuar en caso de emergencia?

Lo primero es no perder los nervios, y esto sólo lo lograremos si tenemos bien claro cuáles son los pasos debemos dar y en qué orden, para que nuestra ayuda no sólo sea efectiva, sino que no empeore la situación. Para ello, os invitamos a leer este post y a interiorizar las correctas pautas de actuación.

Para que nos quede claro qué hay que hacer y qué no en caso de emergencia, debemos tener en cuenta el protocolo PAS, siglas que corresponden a proteger, avisar y socorrer, por ese orden.

Proteger. Lo primero que tenemos que hacer es protegernos a nosotros mismos. Recordemos que nos encontramos en un tramo de vía que ha visto alterada de golpe su seguridad y por la que aún circulan coches. Por tanto, antes de salir de nuestro vehículo es importante que miremos bien, nos vistamos el chaleco y caminemos por el arcén intentando invadir lo menos posible la calzada y fuera del alcance de objetos que pudieran salir despedidos en caso de que otro vehículo los embistiera.

No olvidemos que también debemos proteger al resto de conductores y al propio accidentado. Para ello es necesario que señalicemos convenientemente la zona de vía que se se ha visto afectada, empleando luces de emergencia o posición si son necesarias, colocando los triángulos de emergencia de modo que se puedan ver desde 100 metros de distancia, apagando el motor del vehículo siniestrado, evitando fumar y tratando de que no se pare más gente de la necesaria para la ayuda.

Avisar. Es el segundo paso que debemos dar una vez que la zona es segura. Llamaremos al 112 y comunicaremos el lugar del siniestro, como en qué carretera y punto kilométrico estamos, tratando de describir la zona y dar alguna referencia si es necesario. También informaremos del número de personas implicadas en el accidente (asegurándonos de no olvidar ninguna que haya quedado oculta) y nuestra apreciación sobre la gravedad de sus heridas. Si alguien quedó atrapado, si alguien posee conocimientos de socorrismo entre quienes ayudamos o cualquier otro dato que nos pueda parecer relevante, tenemos que decirlo.

Además, facilitaremos un teléfono en el que puedan contactarnos desde Emergencias ante cualquier necesidad y no cortaremos la llamada hasta que no nos lo indiquen desde el 112. Recordad que para llamar a Emergencias no es necesario ni tener cobertura, ni tener saldo, ni tan siquiera conocer el PIN de un teléfono.

Socorrer. Aunque tal vez, de manera instintiva, sea lo primero hacia lo que tendemos, el socorro que prestemos a los heridos debe ir en último lugar. En este punto tenemos que tener claro que no debemos ni mover a los heridos, ni darles nada de beber, ni extraer nada que pueda haberse clavado en su cuerpo. Únicamente debemos mover a los accidentados en caso de que se aprecien síntomas de parada cardiorespiratoria y podamos socorrerlo o de que se encuentre dentro de un vehículo ardiendo. Si no tenemos conocimientos de primeros auxilios es mejor que no hagamos nada hasta que no llegue la ambulancia.

Vía: Circula Seguro

Imagen: Flickr / kenjonbro