Organizar una mudanza con cabeza (I): Los preparativos

Por pepecar.com

Todos los que han padecido una mudanza saben hasta qué punto es estresante, desesperante y pesada. Cómo será, que la ley concede a los trabajadores la posibilidad de ausentarse del trabajo por este motivo, sin que ello implique una reducción de su salario, etc. Dado que se trata de una situación en la que fácilmente el caos puede adueñarse de nosotros, queremos proponer una serie de consejos para facilitar este duro trago. Aunque lo veremos más adelante y en otros artículos, queremos hacer hincapié en la importancia de conocer qué tamaño de furgoneta elegir según el tipo de mudanza si somo nosotros mismos los que la llevaremos a cabo. Sobre todo, queremos una mudanza con cabeza y que sea una experiencia lo más agradable posible.

Antes de nada, conviene decir qué es importante evaluar antes del traslado los posibles cambios o reformas que deben hacerse en la vivienda de destino, como pintar las paredes, cambiar los suelos o mejorar la iluminación, ya que en cuanto llenemos la casa de muebles y enseres nos resultará mucho más complicado realizar según qué modificaciones.

El aspecto más importante que debemos resolver a la hora de enfrentarnos a una mudanza es el transporte y traslado de nuestras cosas. Existen empresas especializadas en mudanzas, pero suelen resultar una opción bastante cara y, además, hay mucha gente que prefiere no perder de vista sus pertenencias por miedo a extravíos o deterioros, por eso mucha gente opta por alquilar una furgoneta y llevar a cabo el traslado en primera persona.

En este punto es importante que pensemos bien de qué capacidad necesitaremos el vehículo, si de carga pequeña, mediana o grande, pues de ello dependerá no sólo el dinero que invirtamos, sino el número de viajes que tendremos que realizar. Lo primero que desplazaremos serán los muebles y los electrodomésticos, para poder recolocarlos libremente en sus nuevos espacios, sin trastos de por medio.

A la hora de empezar a organizar los enseres, lo primero que debemos hacer es deshacernos de los trastos y de las cosas que ya no vayamos a utilizar, pues eso aliviará bastante la carga y evitará que llenemos el nuevo hogar de cachivaches inservibles. Tira lo que no sirva y regala o dona lo que ya no vas a usar.

Mucha gente compra cajas de cartón y papel de burbuja para embalar, pero si somos previsores nos ahorraremos un buen dinero solicitando en los comercios del barrio que nos guarden cajas, recogiendo las que se depositan cerca de los contenedores de papel (cuidado con que estén limpias y libres de pis de perro) y utilizando bolas de papel de periódico a modo de material para amortiguar golpes. Además, le haremos un favor al medio ambiente.