Al parecer ya son varios los fabricantes que están planteándose decir adiós a esta pieza del ocio multimedia de nuestros vehículos. La razón es de peso, ya que sus casi 2,5 kilos lo convierten en un elemento que incide negativamente en el consumo del vehículo y penaliza las prestaciones eficientes de un coche moderno.
A ese argumento se viene a sumar el hecho de que el reproductor de CD’s ha visto disminuir su uso por parte de los usuarios de vehículos que, en los últimos años han optado por reproducir su música en aparatos personales, iPod, iPhone, teléfonos inteligentes, mp3’s… Así la tecnología hi-fi de serie en los coches de ahora se ha convertido en un peso muerto que casi nadie utiliza.
Los retos de eficiencia del mercado actual de automoción, hacen que los fabricantes y diseñadores se planteen hasta el más mínimo detalle en favor de un cliente que cada vez se siente más comprometido con el medio ambiente. El incremento en el precio de los carburantes también resultaría decisivo para llegar a tomar esta decisión.
En los últimos años la escalada de los precios de los carburantes ha propiciado que los consumidores valoren mucho más las cifras de consumo a la hora de decidirse por uno u otro modelo, en un afán por minimizar cuanto se pueda el impacto del motor en el bolsillo doméstico. De este modo lo que hace apenas unos años no se hubiera ni siquiera imaginado, pasa ahora por ser un detalle importante a la hora de conseguir la mayor prestación del automóvil, así que se estima que en poco tiempo los fabricantes acaben por prescindir de estos aparatos y también de los reproductores de DVD’s. Habrá que ver qué deciden los amantes el tuning.
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