Hoy se celebra el Día Internacional del Agua y con ello se pretende hacer ver a todo el planeta la importancia de este bien y concienciar para una gestión sostenible de los recursos de agua dulce. Aprovechando este día tan importante, hemos querido escribir un nuevo capítulo de nuestra serie Ahorro Doméstico en el que os ofrecemos unos trucos para reducir el consumo de agua.
En nuestro día a día no percibimos el agua como un bien tan valioso como verdaderamente es, porque no es caro, así que muchas veces se nos olvida lo importante que es. Ahorrar agua en casa nos ayudará al tiempo a ahorrar un poquito de dinero, aunque nuestra verdadera contribución y compromiso será para con el Medio Ambiente.
A continuación os ofrecemos algunos consejos de ahorro de agua:
En el cuarto de baño:
-Dúchate en lugar de bañarte, y de este modo podrás llegar a ahorrar hasta 150 litros.
-Cierra el grifo mientras te estés afeitando, o mientras te lavas los dientes, el ahorro puede ser de hasta 10 litros de agua.
-Si vas a escoger sanitarios, elige un inodoro que permita descargar sólo media cisterna. Si no, puedes usar el truco de colocar dos botellas llenas dentro de la cisterna, así ahorrarás entre dos y cuatro litros de agua cada vez que la uses. Recuerda que el inodoro no es una papelera, y que usarlo como tal no sale gratis.
-Si te ha sobrado agua, por ejemplo de lavar a mano una camisa, resérvala en un barreño y utilízala la próxima vez que necesites tirar de la cadena.
-Si los grifos gotean, arréglalos cuanto antes. Ten en cuenta que un grifo que gotea pierde alrededor de 30 litros diarios. Tampoco es plan de llamar a un fontanero de urgencia, pero mientras encontramos quién nos lo arregle por un presupuesto más ajustado, podemos colocar debajo un barreño o palangana para evitar que el agua se pierda. Luego podremos usarla para, por ejemplo, regar las plantas o fregar el suelo.
-Si puedes, coloca difusores u otros mecanismos de ahorro en los grifos y, si no es posible, acostúmbrate a no abrirlos a tope cuando no sea necesario, por ejemplo para lavarte la cara o las manos es suficiente con un grifo a medio abrir.
En la cocina:
-Utiliza el lavavajillas en lugar de fregar a mano. Si no tienes, no friegues los platos todo el tiempo bajo un grifo abierto. Primero enjuágalos, cierra el grifo mientras los enjabonas, y después ábrelo sólo para aclararlos.
-Pon el lavavajillas y la lavadora siempre a carga completa.
-Aprovecha el agua que te sobra de diferentes cocciones para “enjuagar” los platos más sucios antes de meterlos al lavavajillas.
–Cuando laves o limpies alimentos, hazlo dentro de la pila llena de agua, en lugar de bajo el agua corriente.
En el jardín:
–Riega las plantas al anochecer, así evitarás que parte de la misma se evapore como consecuencia del calor.
-Escoge plantas autóctonas para tu jardín y tiestos, ya que consumen menos agua.
-Coloca algunos recipientes en el jardín donde se recoja el agua de lluvia, así podrás utilizarla otro día para regar las plantas.
-Si tienes piscina y toca vaciarla después de todo el invierno, hazlo con un poco más de tiempo, así puedes ir sacando el agua poco a poco y utilizarla para regar el jardín. Eso sí, sólo si el agua ya está libre de productos químicos como el cloro. Si usamos el agua de la piscina para regar cuando está siendo tratada, corremos el riesgo de quemar o estropear nuestras plantas.
-Si tienes césped o un gran terreno que regar, elige aspersores. La eficiencia del riego por aspersión es de un 80% frente al 50 % en los riegos por inundación.
Si pones en práctica algunos de estos sencillos trucos, verás cómo ahorrar agua se convierte muy pronto en un juego y cómo, gracias a un mínimo esfuerzo, se reduce tu factura… ¡Y tu huella ecológica! Sólo un dato: Únicamente el 2,8 % del agua de nuestro planeta es dulce y tan sólo el 0,01 % se encuentra en lagos y ríos. ¿A que ahora te parece mucho más valiosa?
Vía: Internatura
Imagen: Consumatore; Flickr/ luipermom; Conversaciones de Café; Wikipedia / aTarom