Consejos de ahorro (II): La compra inteligente
//= get_the_date() ?>Por pepecar.com
En un artículo anterior te enseñábamos a calcular el precio de tu hora, para que fueras verdaderamente consciente, a la hora de gastarte el dinero, de la cantidad de tiempo y de esfuerzo que cuesta ganarlo.
Sin embargo, no se puede renunciar a todo. Nuestro día a día exige que realicemos una serie de compras necesarias: comida, ropa, material escolar, productos de higiene… ¡Qué te voy yo a contar de todos los gastos fijos que se tienen en una casa! También es lógico que de vez en cuando nos demos un capricho. Sin embargo, existen una serie de recomendaciones para comprar con cabeza y lograr ahorrar un buen pellizco.
El primer consejo es no comprar nunca por impulso o dejar el momento de la compra para el último día. Sólo si te planificas, encontrarás tiempo para realizar un ejercicio necesario a la hora de cuadrar las cuentas de la economía doméstica. Por ejemplo, no esperes hasta el final para contratar un servicio como puede ser el de alquiler de coches o para comprar un regalo de cumpleaños. Anticípate y encontrarás precios más bajos o productos más adecuados para evitar gastar de más.
La Red también es un buen método de ahorro a la hora de comprar. Muchas páginas web ofrecen diferentes productos o servicios más baratos, y esto se debe a que este método de venta les permite recortar gastos, como en locales comerciales o personal, por lo que pueden permitirse rebajar los precios y ser más competitivos en el mercado. Eso sí, asegúrate de que la web en la que compras es de confianza, y evita adquirir productos de dudosa procedencia, prohibidos o que no hayan pasado los controles europeos, tales como medicamentos, textiles o alimentos. En cuanto a servicios, contratar vuelos, hoteles o alquilar coches a través de Internet nos saldrá más barato que a través de, por ejemplo, una agencia.
Es importante tener en cuenta que, en muchas ocasiones, al comprar barato estás comprando caro. Por ejemplo, imagina que llega el veranito y te compras unas sandalias por 10 euros. Te estarás ahorrando unos 20 euros en comparación con lo que suele costar un calzado normal. Pero te durarán muchísimo menos y no acabará el verano sin que hayas tenido que comprarte otras. Comprar con cabeza no es sólo tirarse a por lo más barato, sino ser capaz de localizar una ganga: lograr un óptimo equilibrio en la relación calidad-precio, algo que se puede encontrar fácilmente en el sector servicios.
Muchas veces, ahorrar significa renunciar a las marcas, pues sólo el renombre de un producto encarece su precio. Lo primero por el desembolso que hacen las firmas en publicidad, que de algún lado se lo tienen que cobrar; Lo segundo porque un mayor precio se asocia con una mayor exclusividad, sobre todo si hablamos de firmas de moda y complementos, ¡Pero la exclusividad no es necesaria! En cuanto a la alimentación, existen marcas blancas que resultan incluso mejores que las conocidas. Otras no lo serán, pero consiste en ir encontrando qué productos de marca blanca nos satisfacen. En un artículo reciente te informábamos acerca de la conveniencia de utilizar marcas blancas para el mantenimiento del coche.
Siempre que puedas aprovéchate de las ofertas. Por ejemplo de las de dos por uno en productos no perecederos, que pasarán a formar parte de tu fondo de despensa. Los cupones descuento para el ocio, como ir al cine o aquellos servicios que incluyen extras como parte de una oferta concreta; La ropa de temporadas anteriores que está catalogada como de “stock”. Sé previsor y compra en las rebajas lo que creas que vas a necesitar el próximo año. Si encuentras un buen abrigo a mitad de precio, ya no tendrás que gastar el doble dentro de unos meses. Estate al tanto de las subvenciones o carnés que implican descuento y hazte con todas las que puedas, desde la del alquiler de tu casa hasta la entrada a los museos.
Finalmente, te recomendamos que lleves las cuentas al día. Haz caso de las facturas, conserva los tickets y en el caso de bazares comprueba que se especifica el nombre del producto adquirido en el mismo en lugar de un genérico “varios”. En la misma línea, comprueba siempre el cambio, muchas veces nos devuelven menos cantidad de la que debieran.
Imagen: Flickr / jlmaral; Flickr / Ed Yourdon