Consejos para los desplazamientos con perros
//= get_the_date() ?>Por pepecar.com
Para qué negarlo. Nuestro perro es uno más de la familia. Sin ir más lejos, ahora mismo el mío mira interrogante por encima de mi hombro, como queriendo descifrar lo que escribo. Para nosotros, nuestro perro es muy humano. Se sube a nuestro sofá, come de nuestra comida, nos roba los peluches… y suspira. Por eso no entendemos cómo es posible que no sea visto igual por la Guardia Civil de carretera…
Pero despertemos del embrujo de sus ojos de caramelo y sus lloriqueos de chantaje. Un perro es un perro ¡Qué diantres! Y no hay que darle más vueltas. Es por eso que a la hora de viajar con ellos se nos plantean unas determinadas dificultades. Que si no puede viajar en autobús, que en el avión va en la bodega solito y desconsolado… por eso la mejor opción es que lo transportemos en coche.
En caso de tener que desplazarnos junto con nuestra mascota y no tener vehículo propio, la opción más aconsejable pasa por por alquilar un coche. Así tendremos la garantía de que está lo suficientemente atendido y podremos estar pendientes de él en todo momento y detenernos en caso de que sea necesario.
Existen empresas que se dedican al traslado de animales, pero muchas veces lo que pagamos por el porte, más lo que nos cuesta nuestro viaje, hace que se nos dispare el presupuesto. Además, muchas personas no se sienten cómodas tratando a su perro como si se fuera un paquete. Tampoco el avión es buena opción pues, además de caro, muchos animales se estresan mucho o necesitan ser medicados con tranquilizantes.
Si alquilamos un vehículo podemos solicitar uno que esté equipado con la malla metálica homologada para el transporte de perros, pero en caso de que no dispongan de ello, podremos convertirlos en pasajeros de forma totalmente legal introduciéndolos dentro de un trasportín especial para mascotas, ya que la finalidad de la norma no es otra que el hecho de que el perro no pueda saltar y distraernos durante la conducción, o salir disparado contra nosotros en caso de colisión o frenazo.
Se recomienda llevar una botella de agua y un bebedero especial, por si el perro necesita beber a lo largo del trayecto, sobre todo en verano, que hace mucho calor y la zona del maletero, donde irá nuestro trasportín, se recalienta especialmente. También será bueno que pongamos un quitasol o cortinilla en el cristal trasero para evitar que los rayos del sol incidan directamente. Además, es recomendable realizar varias paradas en caso de que se trate de un trayecto muy largo, para que el animal se estire, se oxigene… y pueda hacer pis, claro.
Imagen: Flickr / Foxspain