¿Conviene ampliar la garantía del automóvil?

Comprar un coche, más en los tiempos que corren, supone una importante decisión: el comprador deberá elegir desde la marca, el modelo o el precio hasta aspectos más concretos como los extras u otro tipo de pormenores. Una de las decisiones a las que nos tenemos que enfrentar a la hora de comprar un coche nuevo es si le ampliamos la garantía y es requisito indispensable que si nos decantamos por esta opción lo contratemos en el momento de la compra o antes de finalizar la garantía inicial.

Sobre el tipo de condiciones de este servicio de ampliación de garantía no podemos generalizar, pues cada marca establece las suyas propias; lo que sí es un hecho es que ampliar la garantía cuesta dinero, y no sólo porque su contratación conlleva un cargo, sino porque para que se haga efectiva esta garantía ampliada en la mayoría de los casos  será necesario que el mantenimiento del vehículo lo hagamos en los talleres oficiales, que suelen ser más caros.

A la hora de contratar una garantía ampliada evita hacerlo impulsivamente pensando que así estarás más tranquilo y evalúa con detenimiento si efectivamente te compensa; incluso es posible que debas “hacer números”, pues en muchas ocasiones el coste de la contratación es superior al precio medio de mantenimiento de nuestro coche. Por supuesto es importante que nos informemos muy bien de qué tipo de fallos o averías cubriría, pues no todas se reflejan en el contrato: recuerda que la ampliación de garantía no es la cobertura de un seguro. Piensa en los kilómetros que vas hacerle a tu vehículo, en la carga que transportará… en definitiva, el uso que vas a hacer de él.

La conclusión es que a un particular que hace un uso común y corriente de un coche no le va a interesar la contratación de la garantía ampliada. Recordemos que la Ley de Garantías en la Venta de Bienes de Consumo impone un período mínimo de garantía de dos años en los coches nuevos y durante todo ese tiempo es el vendedor quien debe responder por cualquier defecto y que una vez que finalice la garantía de compra, cualquier reparación que hagamos en el vehículo posee a su vez una garantía de 3 meses o 2.000 kilómetros, por lo que quien respondería en este caso sería el taller que se encargó de la reparación.

Por tanto, es cierto que si contratamos la ampliación de la garantía en el momento de la compra nos quedamos más tranquilos, pero no olvidemos que estamos pagando por ello y que en muchos casos puede salirnos mucho más caro. Ahora la decisión ya es vuestra. ¡Y recordad informaros bien acerca de las condiciones que ofrece cada fabricante!

Vía: Ahorro Diario

Imagen: Flickr / marcp_dmoz