¡Mira, sin manos! Ya es posible gritar esta frase a los amigotes, mientras vamos al volante de nuestro coche, sin que por ello nos expongamos a una estruendosa multa de tráfico, retirada del carnet y pérdida de puntos por conducción irresponsable y temeraria. La novedad llega de la mano de Google, el gigante de los buscadores, que esta misma semana acaba de probar ante la mismísima Casa Blanca su primer coche sin conductor.
Hemos sabido que el último sueño de Steve Jobs fue el de introducirse en la industria del automovilismo y crear el iCar, con el que quería hacerse con el 50% del mercado del motor norteamericano. Sin embargo al genio de Apple no le dio tiempo a diseñar ningún vehículo, por lo que Google ha sido la primera en dar un paso desmesurado en el avance tecnológico de la automoción.
El vehículo de Google, un Prius que se conduce solo y que no necesita la intervención del hombre para moverse por la carretera, ha conseguido licencia legal en Nevada y los gerentes de la empresa de la gran ‘G’, hicieron su presentación en sociedad ayer ante la Casa Blanca, para demostrar que utilizar coches que se autoconducen es posible y más seguro.
Mientras nos debatimos entre híbridos, eléctricos o motores de aire comprimido, la vuelta de tuerca ha llegado de la mano de Google y el primer coche que se autoconduce. Claro que ésta insólita y curiosa tecnología no está reñida con el tipo de energía que utilice el vehículo.
Si hasta ahora Google nos tenía acostumbrados a sus ‘extraños’ vehículos de Street View, con los que trazar los mapas con geolocalización, ahora la estrella será el primer coche sin conductor con el que parece que desbancarán a Apple.
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