Eso de la crisis no es lo mismo para todos y, si no, que se lo pregunten a Lamborghini, que en poco más de un año ha conseguido vender más de 1.000 unidades de su modelo ‘Aventador’, un superdeportivo de lujo que, a pesar de su precio, se fabrica como churros para satisfacer la demanda de los más elitistas.
Nada más y nada menos que alrededor de 300.000 euros es la cantidad que debe desembolsar cada amante del Lamborghini Aventador que desea incluir la pieza en su colección particular. Aparcar el modelito en la puerta de casa no es apto para todos los bolsillos. Sin embargo, dado el número de deportivos que la firma ha vendido en el último año, tampoco es un acto exclusivo.
No sabemos cómo le sentará el récord de Lamborghini a quienes hayan superado los vaivenes de las acciones en bolsa, la crisis de los mercados, las fluctuaciones del Dow Jones y, a pesar de todo ese quebradero de cabeza, haya podido desempolvar 50 millones de las antiguas y añoradas pesetas para hacerse con el caprichito y, al final, se encuentre con que su coche aparece más repetido que un cromo de Panrico.
Es lo que tiene el mundo de los vehículos de lujo, que a poco que dos o tres millonarios se pongan de acuerdo, el modelo cansa… o por lo menos ese es el consuelo de quienes nos morimos de la envidia, quitándonos la pena con un tinto de verano. Menos mal que a falta de un Lamborghini, aún nos queda La Casera.
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