Las mejores formas de deshacerte de tu viejo coche

Hace unos días caminaba yo por el centro de Madrid cuando vi un automóvil aparcado que lucía el siguiente mensaje: “Se regala este coche”. Seguramente el dueño, sabedor de que por él ya no podría sacar ni un sólo euro y ante el apremio de deshacerse de él, pensó que sería mejor regalárselo a alguien que realmente lo necesitara antes de perder tiempo dando de baja el vehículo. O tal vez por lástima: “Qué pena, si todavía funciona y seguro que a alguien le saca de un apuro”.

Cuando ya no queremos nuestro viejo coche no es tan sencillo como abandonarlo en cualquier calle o descampado, pues el propietario se arriesga a que el Ayuntamiento le sancione con una multa que, según el caso, puede llegar hasta los 30.000 euros. Por eso es importante que conozcamos las distintas posibilidades que tenemos a la hora de desprendernos de un vehículo.

Si la razón por la que queremos deshacernos de nuestro viejo automóvil es que pensamos comprar uno nuevo, la mejor opción es que acudamos al concesionario donde pensamos adquirir otro coche e intentar que nos hagan una buena oferta por el antiguo. En muchas ocasiones se traduce en un importante descuento en la nueva compra y además nos ahorramos tener que iniciar los tan tediosos trámites necesarios para dar de baja un vehículo.

Si no tenemos esa opción, por ejemplo porque no queremos adquirir otro automóvil, podemos intentar vender el vehículo a un particular. Los trámites de cambio de titularidad del vehículo tendremos que hacerlos en una gestoría. Como gran parte de estas transacciones se realizan con desconocidos, será mejor que nos aseguremos de que el vehículo cambia de nombre tan pronto como sea posible, pues si no podemos llevarnos la sorpresa de que nos siga llegando a nosotros por ejemplo el Impuesto de Circulación, o incluso las multas derivadas de aquellas infracciones que cometa el nuevo titular.

Este tipo de compraventas suponen unos gastos de gestión administrativa que hay que tener en cuenta para acordar antes de la venta quién será el que los haga frente. Por supuesto, para llevar a cabo el cambio de titularidad,  es necesario que se hallen en regla todos los pagos que afectan al vehículo, tales como multas, impuestos, etc. Si creemos que nuestro coche no vale nada pero aún funciona, podemos regalarlo. En este caso lo lógico es que el que va a ser el nuevo dueño se haga cargo de los gastos que se deriven del cambio de titularidad.

Cuando nuestro coche ya no sirve, o simplemente si queremos quitarnos de líos, lo mejor es contactar con un Centro Autorizado de Tratamiento de Vehículos (CATV), que se dedican a descontaminar, reutilizar y reciclar los distintos componentes de los coches al final de su vida útil. En función del estado y valor del coche nos pagarán una suma de dinero y remolcarán gratuitamente el vehículo antiguo hasta sus instalaciones. Para ello tendremos qye realizar un trámite para solicitar la baja del automóvil. A cambio nos darán el certificado de destrucción, documento que acredita que se ha cumplido con todos los requisitos para dar de baja al vehículo y que nos será muy útil para justificar la baja en caso de que alguna administración nos se haya percatado y trate de cobrarnos algún impuesto.

Imagen: Flickr / Daquella manera