Queramos o no lo del compromiso con el desarrollo sostenible ha de imponerse, aunque los gestos sean tan diminutos y vayan tan lentos que a ver si nos da tiempo a llegar. En fin, de todos modos acojamos con alegría el hecho de que Nueva York haya puesto en funcionamiento sus primeros taxis eléctricos.
La noticia parece un notición, claro que se queda en un simple pluf si seguimos desarrollando lo que pocos cuentan, que en una ciudad con más de 13.000 taxis, el número de eléctricos compone una ‘flot-illa’ de 6 vehículos. ¿Ridículo? Pues sí, pero se ha vendido como el boom del compromiso verde por parte de las autoridades neoyorquinas.
El alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg dice haberse impuesto el reto de que para el año 2020 un tercio de los 13.000 taxis de Nueva York sean 100% eléctricos y cero emisiones… A este paso e inaugurando seis al año… ¡Hagan cuentas señoras y señores ecologistas!
Nos dicen que de todos modos, lo de los taxis eléctricos de La Gran Manzana es un programa piloto… y tanto, que le vendría mejor la denominación de ‘pilotillo’, porque en una ciudad donde se mueven en taxi más de 600.000 personas diariamente, la cuota de cada taxi eléctrica más que simbólica parece ridícula.
No obstante, Bloomberg, muy optimista con su programa, afirma que este es un gran paso en favor de mejorar la calidad del aire que respiran los habitantes de Nueva York y también, cómo no, en cuanto a la disminución de la contaminación acústica. Está claro que el despacho del alcalde está insonorizado y dispone de purificador de aire.
Imagen en CC: Flickr/jonathanmvisser