Quienes viven en compañía de una mascota saben bien que en muchos casos el animal es considerado uno más de la familia, y en este sentido tienen su plaza asegurada en el vehículo. Si anteriormente os dábamos unos consejos para los desplazamientos con perros, lo cierto es que existe un aspecto esencial que no tratábamos en profundidad y en el que me gustaría detenerme: qué dice la ley de Seguridad Vial acerca del transporte de animales domésticos en un vehículo.
Hace poco leí un artículo, que hoy recupero, en el que se daba el siguiente dato: el 70% de los dueños de mascotas no conocen las normas para viajar con ellos en coche. Sin embargo, lo que desconocen es la generalidad de la norma, pues la actual ley de Seguridad Vial no especifica el modo en que debemos llevar a los animales, sólo dice que debemos cuidar que no interfieran en la conducción.
Sin embargo, esta normativa no especifica qué lugar deben ocupar los animales dentro del coche ni cuáles son los sistemas de retención adecuados. Lo que parece claro es que nuestra mascota no puede viajar suelta en el interior del coche. Si nos paran y los guardias de tráfico interpretan que el animal pone en riesgo nuestra seguridad, lo considerarán falta leve, por lo que nos multarán con 100 euros pero no nos quitarán puntos. El riesgo de que la mascota no vaya sujeta es que puede distraernos mientras conducimos o meterse entre los pedales, o en caso de colisión salir disparado y golpear fuertemente a alguno de los ocupantes del vehículo.
Es bueno por tanto que tengamos en cuenta algunos consejos para transportar a nuestra mascota. Si se trata de un animal pequeño, lo mejor es que lo metamos en un transportín, que después podemos colocar en zonas como el maletero del coche (acordándonos de levantar la bandeja) o el suelo de la parte de atrás del vehículo. Acomodarlo en los asientos traseros, aunque lo sujetemos con el cinturón de seguridad, es más arriesgado.
En cuanto a los animales de gran tamaño, lo suyo es que viajen en el maletero o en la parte trasera del coche y que instalemos una red o reja. Otra opción es asegurarlos mediante un arnés de doble anclaje que tenga un recorrido corto y evite el desplazamiento. Los sistemas con un solo enganche en la hebilla del cinturón son menos efectivos, pues según el tipo de impacto el mosquetón del arnés no resistirá.
Vía: El País
Imagen: Piqs / Marya