Primero construyeron un imperio con el ketchup y la mayonesa y luego tuvieron tiempo para hacer sus pinitos en otros sectores. Nos referimos a la familia Heinz, conocida aun por ser pioneros en eso de la comida rápida y de la que pocos saben hasta qué punto está vinculado su nombre a los clásicos del motor.
Fue allá por los años 30 cuando uno de los dos hijos de los fundadores de la empresa ingenió una de las maravillas más imponentes del automovilismo de la época. Rust Heinz se dedicaba al diseño de autos y, por aquel entonces, ideó el Phantom Corsair, una leyenda que no consiguió reinar.
El fantasma de los clásicos, porque jamás llegó a producirse, a excepción de un único modelo prototípico, salió de una importante labor de ingeniería de su autor. Concebido como un lujoso deportivo de la época, rompía moldes con cualquier concepto que hubiese imperado en la industria automovilística hasta el momento.
Basado en una concepción futurista, Art Decó, con línea amplia, agresiva y estilizada, el Phantom Corsair debía salir a la venta por unos 25.000 dólares, en una década en la que el coche más caro no pasaba de los ‘1.000 pavos’, eso en la época actual serían casi 400.000 dólares. No podía concebirse nada más exclusivo.
Hablamos de un coupé de 6 plazas, con una carrocería en acero y aluminio que no levantaba más de 1,40 metros de alto. Las ruedas permanecían completamente cubiertas, lo que obligó a una carrocería mucho más grande de lo habitual. Las puertas no tenían tiradores y se abrían mediante un mecanismo eléctrico.
Su panel del salpicadero incorporaba una brújula, un altímetro y avisaba si las puertas se quedaban abiertas o si se olvidaba la radio encendida… algo prácticamente inconcebible por entonces. Tracción delantera, amortiguadores ajustables, suspensión independiente, cambio automático y 185 km/h.
Rust Heinz murió en un accidente de tráfico en 1939, apenas un año después de comenzar su proyecto, con lo que el único Phantom Corsair fabricado como prototipo se quedó como el fantasma de los grandes clásicos; aunque aun gana concursos de elegancia.
Imágenes en Creative Commons or Public Domain: Flickr/brewbooks y Wikicommons/G.T
Fuente: DiarioMotor.com