No, no se trata de que unos chavalines hayan hecho trizas cualquier reto posible, montando y desmontando las rampas de plástico de sus fabulosos Hot Wheels de juguete. Hablamos de un récord real, que hasta ahora no ha sido batido. Los 101 metros conseguidos por un coche, patrocinado por la marca, en las ‘500 millas de Indianapolis’.
Una rampa de vértigo y un piloto excelente, porque se trata del mítico Tanner Foust, uno de los mejores especialistas para cine, al que se deben escalofriantes escenas de películas tan taquilleras como ‘Iron Man’ o ‘El ultimatum de Bourne’. Con esto queremos decir que no estamos hablando de un loco que se ha puesto al volante de su ‘buga’ y se ha tirado por un barranco, que para este tipo de pruebas hay que tener la cabeza muy amueblada y cumplir con todas las medidas de seguridad.
Pues eso, que le colocaron una rampa que sólo mirarla disuade al más pintado. Eso sí, la estética resulta divertida y muy entrañable, como la de nuestros pequeños carritos de cuando éramos unos mocosos. Claro que a juzgar por las imágenes, lo que Foust hacía con sus Hot Wheels no tiene nada que ver con las bobadas que hacía yo.
La acrobacia, más allá de una simple experiencia extrema, pulverizó cualquier récord establecido hasta el momento en un vehículo de cuatro ruedas. Aquí os la dejamos para que disfrutéis con unas imágenes de vértigo y la alegría del experimentado piloto de Hot Wheels al terminar su peligrosa faena.
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