Esta semana vuelve a ser de vértigo para Saab Automobile Spain, porque tras la noticia de que un consorcio formado por japoneses, suecos y chinos se quedaban con la marca para fabricar coches eléctricos, la alarma saltó entre los propietarios de los más de 60.000 coches de la marca que circulan por España.
Sin embargo, un portavoz de la compañía se ha apresurado a asegurar que la marca seguirá ofreciendo su servicio de postventa y el de recambios para quienes posean vehículos Saab en territorio español.
La inquietud entre los usuarios de Saab comenzó cuando la compañía entró en quiebra y presentó suspensión de pagos, desde finales del pasado año, dejando una brecha en su patrimonio valorada en más de mil millones de euros . El estado de malestar aumentó ayer cuando se supo que la marca sueca de automoción había encontrado un inversor asiático que transformaría la empresa en una fábrica de vehículos eléctricos.
Ante el miedo a que sus coches se quedaran sin asistencia y sin posibilidad de cambiar sus piezas, los usuarios españoles de Saab comenzaron a requerir un compromiso que garantizara la supervivencia de sus modelos. Así la filial española de la marca ha recordado que Saab Automobile Parts, encargada de la producción de piezas y recambios de los coches escandinavos y de la prestación de servicios de postventa, no se había visto afectada por la bancarrota de la empresa, ya que esta división de la histórica fabricante de vehículos ha quedado en manos del Gobierno de Suecia.
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