La ciudad de Cuenca no ha parado, a lo largo de su inmensa historia, de reinventarse cuantas veces haya sido necesario. Sin miedo a los cambios, los conquenses se han adaptado a todas las culturas y a todos los tiempos para ser lo que hoy son: Arte y música sobre el río Júcar.
Ese es el espíritu con el que nace Estival Cuenca, un conjunto de actividades en torno al mundo del jazz y con Cuenca como escenario. ¿Quién podía pedir más? Buena música en una ciudad Patrimonio de la Humanidad.
La crisis ha servido de estímulo para crear un evento que llega cargado de ilusión y de propuestas, destinadas a refrescar el verano conquense y complementar las muchas razones que la villa de La Alcarria ofrece para más de una escapada. Como un nexo entre el casco histórico y la ciudad nueva, Estival Cuenca ha decidido sacar la música a las calles, a las plazas; inundar de notas ‘colgadas’ sobre el río, las fachadas, atrios y escalinatas de sus muchos edificios monumentales y aprovechar el buen jazz como incentivo y antídoto contra las épocas críticas.
Del 25 al 28 de julio, Estival Cuenca celebra su primera edición de música en vivo, abierta y de calidad. Es el momento de hacerse con una de las pulseras que, por 10€, da la llave de acceso para cada uno de los conciertos y para el Estibus, el medio de transporte colectivo y gratuito que conectará los distintos escenarios.
Iñaki Arakistain, Tonky Blues Band, Mr. Swing, Tango Jondo Little Band, La Banda del Soplo, Zoobazar y el grupo de percusión senegalesa Pape Seck son algunos de las bandas y solistas que llegan a la ruta conquense del jazz de verano, que se complementa con pasacalles, proyecciones y hasta unas jornadas teórico-prácticas que, en colaboración con la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y dirigidas por el pianista Jordi Sabatés, ofrecerá una clase magistral sobre la Historia del Jazz.
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