Una alfombra de algas en las playas de Quingdao

Las emisiones de CO2, el agujero en la capa de ozono, el calentamiento global… no hablamos de algo que avance silenciosamente. Numerosas manifestaciones, a lo largo y ancho del planeta, hacen saltar las alarmas sobre las consecuencias que la contaminación está teniendo en el mundo.

Es el caso de las playas de Quingdao, en la provincia china de Shandong, donde cada verano una alfombra de algas invade las playas, haciéndolas prácticamente inaccesibles. Es una marea verde de casi 300 toneladas, que amenaza con trastocar todo el ecosistema de la región.

Llegan puntuales cada mes de julio y hasta 2007 nunca antes se había tenido noticias sobre algo parecido en los alrededores del Mar Amarillo. Desde entonces, el norte de China se ha acostumbrado a las molestas visitantes que, en plena temporada de vacaciones, llegan a cubrir hasta 50 kilómetros cuadrados.

El espeso manto está compuesto por algas del tipo enteromorpha, una especie que no es peligrosa para la salud. Sin embargo, su inocuidad no es del todo cierta. Debido a la espesura de la capa de algas verdes, la fauna marina de la zona se ve amenazada por falta de oxígeno.

Algunos valientes no se resisten al baño, aunque la gruesa capa de talofitas que se pudren al sol produce un olor muy desagradable, que amenaza con espantar al turismo en plena temporada alta. Por ello, un aluvión de voluntarios, entre ellos los escolares de la zona y el ejército, se afanan en retirar lo antes posible la alfombra verde de las playas de Quingdao.

Desde luego, no es el lugar ideal para practicar turismo de sol y playa, pero puede ser un destino curioso para todos aquellos que disfruten presenciando fenómenos de la naturaleza tan llamativos e inexplicables como este.

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Fuente: El tribuno