Cómo ahorrar un buen dinero en tus viajes de placer

Por pepecar.com

Aunque cualquier viaje que hagamos por mero placer nos va a parecer una bendición, si además lo conseguimos por poco dinero, será memorable. No son pocos quienes, sobre todo por comodidad, acaban contratando un paquete vacacional o comiendo en el restaurante del hotel, lo que hace que el precio se incremente de manera notable.

Pero hacer prácticamente el mismo viaje por muchísimo menos de lo que solemos pagar es posible, no os quepa duda. Sólo hay que saber comparar o sacrificar determinadas comodidades que no son tan necesarias como en principio pueda parecernos.

Que un viaje nos salga barato no quiere decir que tenga que ser cutre. Existen auténticos expertos a la hora de encontrar chollos, yo conozco unas cuantas personas que se lo montan de lujo a la hora de planificar sus vacaciones, y eso lo consiguen gracias a que invierten bastante tiempo en la planificación.

Ya sabemos todos que las claves para encontrar un buen chollo es tener disponibilidad de fechas (porque cuanto menos acotemos los días de viaje o las horas de los vuelos, más posibilidades habrá de que encontremos ese tan ansiado ofertón que premia nuestra flexibilidad) y reservar con suficiente antelación, pues cuanto más próximo está el viaje la demanda hace que los precios se disparen.

Contratar los diferentes servicios a través de Internet nos abaratará costes, ya que en ese proceso eliminamos intermediarios y además tendremos total libertad a la hora de elegir, sin presiones por parte de un agente de viajes. Recuerda ante todo que ser libre en cualquiera de los aspectos es el primer paso para ahorrar.

Lo segundo que debemos plantearnos una vez que determinemos el modo de desplazamiento es el del alojamiento. En este punto hay numerosísimas alternativas para ahorrar un buen dinero, sólo hay que apostar por la sencillez en el alojamiento. Ojo, tampoco consiste en que durmamos abrazados a una cucaracha gigante, pero sí es posible que bajemos un poco el listón. Yendo más allá, si os gusta viajar a la aventura y siempre y cuando no se trate de temporada alta, podemos contratar el alojamiento in situ, así nos ahorraremos los costes del intermediario.

Existen diferentes alternativas para ello, como localizar un albergue juvenil con buenos precios, reservar en un aparta-hotel en lugar de en un hotel si somos varios, o evaluar si efectivamente alojarnos en un hotel de las afueras nos saldrá rentable teniendo en cuenta lo que nos gastaremos en transporte. Una alternativa para aquellos que van a hacer largos recorridos entre ciudades durante su viaje es dormir aprovechando los desplazamientos. Sale gratis, pero acabas con la espalda hecha un cuatro.

Y hablando de transporte, este es otro gasto importante a la hora de desplazarnos para conocer diferentes lugares de la ciudad o el país. Para desplazamientos largos, por ejemplo entre poblaciones, conviene evaluar si nos saldrá más barato alquilar un coche que el transporte público, y es casi seguro que así sea, sobre todo si viajamos un número de personas que completen el aforo de un vehículo de alquiler, pues repartiendo los gastos sale muy a cuenta.

Finalmente, no podemos olvidar otro gasto fundamental: el de las comidas. En caso de viajar por España, comer de pinchos nos resultará mucho más barato. Si viajamos a países extranjeros, muchas veces renunciar a comer en el hotel y aventurarnos por los puestos de venta de comida en la calle nos hará ahorrar una enorme cantidad de dinero. Eso sí, dependiendo del lugar al que se viaje, deberemos ser prudentes con lo que nos llevamos a la boca. Si por el contrario nuestro hotel dispone de bufete libre, la recomendación es que lo amorticemos, al menos cogiendo fuerza en el desayuno.
Imagen: Ikaro; Flickr / lilap