El Museo de la Cuchillería de Albacete

Desde tiempo inmemorial Albacete ha permanecido irremediablemente unida a sus famosas navajas. El arte de la acería ha llegado a ser tan fino en la provincia manchega, que incluso poseen un Museo Municipal de la Cuchillería, donde además de mostrarse importantes piezas de colección, se realiza un recorrido histórico a través de la historia de este utensilio y los sucesivos procedimientos para su fabricación.

No es el único homenaje que Albacete rinde a sus populares navajas. En la Plaza del Altozano también podemos ver el Monumento al Vendedor de Navajas, una escultura a tamaño natural que representa a un antiguo vendedor de cuchillos, con su cinto repleto de piezas de distintos tipos y tamaños.

Como es de suponer la ciudad de Castilla-La Mancha está muy agradecida a esta industria que durante siglos dio de comer a sus gentes, claro que el mérito fue de los propios albaceteños. Si la forja de espadas estaba indudablemente ligada a la ciudad de Toledo, la cuchillería, las navajas, tijeras y puñales corrían a cargo de los maestros y obreros de Albacete.

Las primeras referencia a la cuchillería albaceteña datan del siglo XV, aunque tendremos que esperar doscientos años para que la ciudad se convierta en uno de los centros más importantes del mundo en la elaboración artesana de estas piezas, en muchos casos consideradas auténticas obras de arte. Es por ello que el s. XVII se considera el siglo de oro de la navaja albaceteña.

Por desgracia, con el siglo XIX esta artesanía cae en desgracia, debido principalmente a la escasez de materiales por aquel entonces y a que los gobiernos endurecen las leyes para portar navajas. Finalmente, el siglo XX trae consigo la mecanización del proceso, contra lo que los manufactureros manchegos no podían competir.

En la actualidad el Museo de la Cuchillería, tras la fachada gótica de la Casa del Hortelano, guarda importantes tesoros relacionados con la historia de las navajas, cuchillos y tijeras de Albacete. Tal vez necesites información sobre el alquiler de coches en Albacete, para poder incluir la visita en la ruta monumental de la ciudad.

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