Vida útil de los neumáticos: desgaste y deterioro

Todo sobre la caducidad de tus neumáticos. ¿Qué factores hay que tener en cuenta?

Uno de los pilares básicos de la seguridad al volante son los neumáticos de nuestro vehículo, muchas veces olvidados o apurados hasta el límite para tratar de sacarles más provecho y aguantar hasta la caducidad de los neumáticos. Pero lo cierto es que los neumáticos son el punto de apoyo del coche con la calzada, y de ellos va a depender una conducción segura en muchos aspectos. Por eso hoy queremos profundizar en este tema y dar una serie de recomendaciones básicas para alargar la vida de nuestros neumáticos, la caducidad de los neumáticos y cuando cambiar neumáticos.

¿DE QUÉ FACTORES DEPENDE LA CADUCIDAD DE LOS NEUMÁTICOS?

Un neumático se deteriora básicamente por varias razones:

• Características del vehículo (peso, potencia, aerodinámica…)
• Perfil de las carreteras y tipo de firme (rectas, curvas, asfalto liso, duro …)
• Estado del vehículo (reglajes, suspensiones o frenos)
• Presión de los neumáticos y carga del vehículo (si la presión es incorrecta se gastará la duración de los neumáticos más rápidamente y también cuenta la carga de peso del coche).
• Tipo de conducción y número de kilómetros (frenazos, aceleraciones, velocidad…)

Todos estos factores generarán unos desgastes en los neumáticos por rodaje y reducirá la profundidad de los surcos del neumático. Además de estos factores, también podremos añadir los factores meteorológicos o ambientales como un factor importante que reduce considerablemente la caducidad de los neumáticos.

¿CUÁNDO CAMBIAR NEUMÁTICOS?

A continuación os daremos algunas recomendaciones para saber cuándo cambiar los neumáticos de nuestro vehículo. Recordad que la vida útil de los neumáticos comienza a partir de la instalación de los neumáticos en el vehículo.

El límite legal de la profundidad del dibujo de los neumáticos de los coches deberá ser igual o superior a 1,6 milímetros. Sin embargo, tenemos que distinguir entre conducción sobre suelo seco o sobre lluvia e incluso nieve. Con la calzada mojada, la profundidad mínima permitida puede no ser del todo segura. Recordemos que el surco permite que el neumático expulse el agua, de modo que cuanto menos profundo sea, menos cumplirá esa función. La intensidad del chaparrón también tendrá mucho que ver, por lo que mejor que nos sobre dibujo. Lo mismo cabe decir a la hora de circular con nieve, pues cuanto más profundo sea el surco, mayor agarre tendremos. De hecho, los fabricantes recomiendan que la profundidad de los surcos de los neumáticos de invierno no sea inferior a 4 milímetros en caso de circular con nieve.

El segundo factor que influye en el estado de nuestros neumáticos es el tiempo. Los neumáticos envejecen rápidamente, y puede que aún a pesar de que casi no se le haya dado uso al coche, y de que la profundidad de los surcos sea óptima, el caucho que los conforma presente un deterioro importante, muchas veces visible en forma de grietas, cortes o abombamientos. La vida útil de un neumático suele ser cinco años, siempre y cuando se haya conservado bien, y no haya estado expuesto a temperaturas extremas, a humedad excesiva o a la acción directa del sol. Los frenazos bruscos, los derrapes, una inapropiada presión de inflado o el estado de la vía por la que solamos circular, son factores circunstanciales que influyen también en la vida de los neumáticos. El riesgo de circular con neumáticos envejecidos, es que el frenado es peor y que aumentan considerablemente las posibilidades de que nos reviente una rueda.

Si por ejemplo te ves en la necesidad de cambiar los neumáticos, pero no puedes permitirte sustituir los cuatro de golpe, coloca las dos ruedas de atrás en la parte delantera del coche (ya que normalmente suelen desgastarse mucho menos) y los nuevos neumáticos ponlos detrás. Además, debes saber que cuanto mayor sea la dureza de unos neumáticos, más larga será la duración de los neumáticos.