Esta misma mañana mi coche se ha negado a arrancar por culpa del frío, y como llegaba tarde pues me ha tocado venir al trabajo en transporte público, por lo que al final he terminado llegando tarde. ¡Qué fatalidad! ¡Qué contratiempo!
El caso es que entre estación y estación de Metro he llegado a la conclusión de que el artículo de hoy debería de hablar precisamente de cómo podemos hacer para arrancar el coche cuando hace frío, y así de paso lo aprendo para la próxima vez que el motor se me quede “pajarito”.
Los motivos por los que nuestro coche no responde cuando ha pasado un tiempo expuesto a temperaturas muy bajas es porque el frío impide la evaporación de la gasolina y es más difícil que se produzca la combustión, e impide además que el aceite circule con fluidez. El motor de arranque también sufre con el frío, ya que la batería no responde correctamente en bajas temperaturas.
Lo mejor para evitar que nuestro coche se quede frío es que esté protegido de las inclemencias del tiempo invernal, pero si nuestro vehículo no tiene la suerte de dormir en un garaje podemos llevar a cabo acciones como mantener la batería protegida o aplicarle calor seco antes de poner el coche en marcha, usar un aceite de motor más fluido y mantener limpios los filtros del aire y del combustible.
Según el tipo de motor de nuestro vehículo conviene hacer unas especificidades. En los coches de gasolina es fundamental que las bujías se encuentren en buen estado. Por su parte, en los coches diésel se puede probar a accionar un par de veces los calentadores para hacer trabajar menos al motor de arranque, aunque sufra un poquito más la batería.
En caso de que nuestro coche sea antiguo y nos enfrentemos a un motor de carburación, podemos pisar el acelerador dos o tres veces a fondo antes de dar el contacto para ayudar a cebar el carburador, aunque no conviene abusar de esta táctica, pues no es bueno para el motor.
Vía: Cars&Cars
Imagen: Flickr / jon_a_ross