El sistema de frenado está sometido a un gran desgaste y por esta razón debemos estar siempre atentos al mantenimiento y cuidado de éstos. El buen mantenimiento de los frenos del coche nos ayudará a tener una conducción más segura.
Toma en cuenta que según el tipo de conducción nuestro coche estará más o menos expuesto al desgaste. En el sistema de frenos las piezas que sufren más desgaste son las pastillas y los discos, y este desgaste depende del estilo de conducción de cada persona y por supuesto de los kilómetros recorridos. Es decir, si expones a tu coche a un mayor esfuerzo de frenado, como en trayectos de montaña o con una conducción a plena carga deberás revisar los frenos con mayor frecuencia.
Si conoces tu coche te percatarás de que algo va mal con los frenos, por ejemplo si sientes al pedal inconsistente o se va al fondo al pisarlo (es decir, necesitas pisar de más para que frene) puede que haya burbujas de aire en el circuito hidraulico. En este caso, es necesario llevar el coche al taller para prevenir cualquier cosa.
También, si notas vibraciones al pisar el freno, deberás comprobar que las pastillas y los discos están en buen estaso. Si vas rápido y de pronto tienes que frenar y sientes que el volante vibra, esto puede ser indicio de que alguna pieza del sistema esté en mal estado.
Hay que estar atentos también a cualquier ruido que no sea normal. Un ruido chirriante en los frenos puede ser sintoma de que algo no está bien en nuestro sistema de freno: partículas metálicas u óxido en las pastillas, discos de freno en mal estado, pastillas de freno muy desgastadas o de baja calidad.
Y lo más importante, siempre hay que estar atento a los avisos que nos haga el coche. Los coches hoy cuentan con avisos en el tablero que notifican con antelación suficiente de algún problema.
Fuentes: El Mundo; Coches.com
Imagen: Flickr/maureen lunn