Si nos centramos en los motivos por los que puede fallar un motor de arranque, el fundamental es que por sí solo no puede funcionar, necesita de otros dispositivos para hacer su trabajo y el fundamental es una buena fuente de alimentación, que en nuestro caso es la batería del vehículo. Por lo tanto, una avería colateral puede ser el mal estado de la batería.
Si sospechas que tu motor de arranque falla, otra de las averías más frecuentes es el desgaste de sus piezas internas tanto fijas como móviles.
El desgaste de dichas piezas puede ser originado por un uso intensivo que puede venir derivado de los años de funcionamiento o de las condiciones en las que realiza su trabajo. Podemos decir que un motor de arranque con muchos años de servicio puede deteriorarse internamente por desgaste. Este no es el único caso ya que podemos encontrar circulando vehículos que realizan paradas y arranques frecuentes —como los vehículos de reparto y los que llevan dispositivos estar-stop y realizan recorridos por ciudad —.
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Otro desgaste prematuro del motor de arranque pueden darse en los vehículos que tienen motores de combustión en mal estado y les cuesta arrancar por lo que necesitan un uso intensivo del motor de arranque, sin olvidar los diferentes climas en los que debe realizar su trabajo, sobre todo si son extremadamente fríos.
Por todo ello, las piezas que normalmente sufren más desgaste son:
- Las escobillas
- El piñón
- El relé o automático
Otras piezas que no debemos olvidar son los casquillos sobre los que gira el inducido:
Cuando por desgaste se producen holguras importantes, el inducido puede rozar con las bobinas inductoras que están sujetas a la carcasa, produciéndose una fricción excesiva que afecta a las revoluciones de giro haciéndose con más dificultad de las condiciones óptimas en las que debería realizarse su labor.
El piñón puede fallar internamente y, aunque el resto de elementos hagan su función, no tiene fuerza para hacer girar el motor de combustión. Este tipo de avería se puede diagnosticar porque produce un silbido característico que se conoce vulgarmente como ” patina el Bendix”.
El relé o automático puede fallar porque se hayan deteriorados los contactos interiores y no dejen pasar la corriente. Debemos tener en cuenta que al fin y al cabo no deja de ser un relé de grandes dimensiones con sus fallos característicos.
Existen otro tipo de averías derivado de los elementos externos que intervienen en el funcionamiento:
- La batería que ya se ha mencionado anteriormente.
- El interruptor de encendido que accionamos cuando queremos arrancar.
- El cableado que compone el circuito del motor de arranque, sin olvidar los vehículos actuales que disponen de centralitas que permiten o deniegan el arranque. Por tanto, podemos encontrarnos conexiones flojas que terminan por deteriorarlos terminales y los cables, quemándolos .Y los fallos de interruptores centralitas, etc.
Hay dos fallos menos comunes que producen una avería en el motor de arranque, pero lo suficiente como para mencionarlos:
Al accionar el motor de arranque, el piñón se puede quedar enganchado y no retroceda al soltar el interruptor con el motor de combustión ya en marcha. Esto provoca que gire a las mismas revoluciones que el motor térmico y durante mucho tiempo, produciéndose la rotura interna del dispositivo dejándolo inutilizado completamente.
Existe la posibilidad que el motor de arranque se quede agarrotado por falta de engrase ya que los casquillos y eje por el que se desliza el piñón van engrasados y no existe la posibilidad de hacer un mantenimiento sin desmontar el conjunto. Por todo ello los vehículos todo-terrenos que vadean cursos de agua deben prestar especial atención y no permitir que se oxiden, no dejándolos en reposo durante un largo espacio de tiempo.
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