La crisis no da cuartel y sacar dinero de debajo de las piedras parece ser la consigna. Así el afán recaudatorio de las Administraciones está poniendo contra las cuerdas a buena parte de la ciudadanía y ahora le toca el turno a las multas de tráfico. Si a principios de año ya se advertía que la DGT pensaba obtener unos ingresos procedentes de las multas por valor de unos 500 millones de euros y que el Ayuntamiento de Madrid se había propuesto multar por valor de 175 millones de euros, ahora le toca el turno a Cataluña.
Así se ha sabido que los mandos de los Mossos d’Esquadra han ordenado a los agentes que incrementen notablemente el número de multas de circulación. Al parecer el número de denuncias había bajado cerca de un 80% debido a una posible huelga encubierta en protesta por las condiciones laborales de los guardias catalanes.
Sin embargo, ha sido el propio Sindicat de Policies de Catalunya (SPC) el que ha informado que bajo la excusa de que ha aumentado el índice de accidentes, los mandos han ordenado a los agentes de tráfico que estimulen las multas de tráfico o se arriesgarán a que los expedienten por razones disciplinarias.
Sin embargo, para los representantes de los Mossos d’Esquadra esta medida de coacción y amenaza hacia los policías pone en peligro a los propios agentes de tráfico, toda vez que para ellos resulta legalmente imposible sancionar infracciones que no presencien, por lo que no comprenden que puedan elevar el número de denuncias sin ton ni son.
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