Hace un par de semanas comenzábamos una serie de artículos en el que ofreceros trucos de conductor con los que mantener a punto nuestro coche, remedios caseros para realizar pequeñas reparaciones, circular con seguridad hasta un taller en caso de emergencia, ser previsores para una mayor seguridad, etc.
En este segundo capítulo hemos recopilado una serie de consejos de limpieza del interior de nuestro vehículo, para que dé gusto entrar en él y tenga siempre una apariencia pulcra y un aroma fresco.
Los coches que más suelen ensuciarse son aquellos en los que viajan niños, por lo que tanto o más importante que la limpieza es evitar la suciedad. No son pocas las veces que nos encontramos la huella de su zapatilla grabada a fuego en el respaldo de los asientos delanteros. Evitar que se muevan y pataleen puede ser más complicado, así que lo mejor es que cuando les montemos en el coche les quitemos los zapatos. También podemos forrar esa parte del asiento con papel film e irlo cambiando periódicamente.
Muchos niños son los que se marean y acaban devolviendo. No es agradable para nadie limpiar un vómito del coche, por muy del propio hijo que sea, de modo que tratemos de llevar a cabo una conducción suave, sin trompicones ni giros bruscos, abramos las ventanillas para que les dé el aire y sobre todo que lleven a mano una bolsa de plástico que sea resistente… ¡por si acaso!
Sí, es una realidad que los niños llenan el coche de migas: patatas fritas, bollos, el bocata de la merienda… y eso sale fácil a golpe de aspirador. Pero, ¿Qué hacer cuando lo que nos encontramos es un chicle pegado en el asiento? Para sacarlo con facilidad de la tapicería lo mejor es que frotemos un cubito de hielo contra él durante unos tres minutos, hasta que se ponga duro. En ese momento rascaremos con una espátula hasta que salga del todo.
Otro truco que puede ser muy útil nos servirá para sacar los papeles que se cuelan por la ranura del salpicadero, esos tickets de aparcamiento que muchas veces vamos acumulando y que se acaban deslizando y no queriendo salir jamás. Para sacarlos con facilidad suele funcionar conectar la ventilación del coche al máximo, para que el aire los propulse hacia fuera.
Si lo que queremos es que el interior de nuestro vehículo tenga siempre una agradable fragancia sin gastar ni un euro en ambientadores, los mejor es que coloquemos alguna planta aromática en lugares donde reciban aire de los canales de ventilación del vehículo, por ejemplo ramas de lavanda o frutos del eucalipto.