En este capítulo queremos dar a conocer algunos trucos que podemos poner en marcha como conductores en caso de apuros que no sean excesivamente importantes o urgentes, pero que pueden ocasionarnos más de un quebradero de cabeza.
Seguro que a todo aquel que habita en regiones o lugares donde bajan mucho las temperatura es en invierno le ha ocurrido aquello de ir a coger el coche y encontrárselo con una buena capa de hielo sobre el parabrisas. Como no todos solemos tener una rasqueta a mano, un instrumento que puede serte de utilidad para rascarlo es la funda de un CD (Antes se utilizaban las de casete), o si no, el CD en sí mismo. Eso sí, usa uno que no te guste o que ya esté rayado, porque con seguridad se estropeará.
Las heladas y bajas temperaturas del invierno también pueden ocasionar que la cerradura quede congelada y no podamos introducir la llave para abrir la puerta. Un buen truco puede ser calentar la llave con un mechero y meterla repetidamente para conseguir que el hielo se derrita en contacto con el calor.
Si nuestro problema es que una piedrecilla ha picado la luna, todos sabemos que hay que evitar que se forme una grieta, o que ésta avance en caso de que ya se haya provocado. Lo que no tenemos muy claro suele ser cómo lograrlo, aunque a lo mejor a las chicas se les ocurre algo, ya que el método es el mismo que se usa para detener el avance de una carrera en una media: aplicar en los extremos de la grieta un poco de esmalte de uñas.
Si lo que queremos es sujetar un cristal porque se nos ha estropeado el mecanismo del elevalunas, necesitaremos colocar algo que haga de cuña introducido entre la luna y la puerta, evitando así que el cristal se baje sólo. Un destornillador de punta plana puede ser buena idea, pero puede servir cualquier otro objeto que cumpla la misma función.
Pero, ¿qué ocurre cuando nuestros faros han comenzado a alumbrar menos? Primero tendremos que comprobar que no se trate de un problema de suciedad, tanto por dentro como por fuera. Si lo que ocurre es que han quedado quemados u opacos por cualquier otra razón que no salga con agua, seguro que es posible sacarlo con lija, aplicando después una fina capa de laca para que quede barnizado.
Finalmente, s enos ocurre que pueda darse el caso de que queramos arreglar una abolladura en la chapa. Uno de los trucos más utilizados es el del desatascador de desagües de goma. Tras humeder los bordes con agua, “absorberemos” la chapa con mucha maña, despacio, tratando de que salga de nuevo. También puede funcionar aplicar calor con un secador durante un minuto y después rociarlo con c02 en spray durante 10 segundos para enfriarlo. El rápido cambio de temperatura puede favorecer que la chapa regrese a su posición original.
Vía: Terra Motor
Imagen: Wikipedia; Flickr / maduarte