Chinchón, callejuelas que resuenan con los ecos del medievo

En un entorno de paisajes pardos y ocres, donde el horizonte se extiende interminable y tras el que se oculta el sol poco después de teñir de rojo los campos de viñas y olivos, emerge Chinchón, uno de los pueblo más bellos de la Comunidad de Madrid, de casas agrupadas en cerros e intrincadas callejuelas llenas de historia, un lugar de esos que quiénes acudan a hacer turismo a la capital no deberían perderse.

Muchos son quiénes se acercan a la Ciudad de Chinchón atraídos por su reputada gastronomía, pero lo cierto es que esta localidad madrileña es mucho más que su buen comer en fondas y mesones, pues posee unas calles y plazas de singular belleza, casas nobles y edificios de arquitectura popular que transportan al visitante a un escenario de leyenda.

La Ciudad de Chinchón se encuentra situada a unos 45 km. al sureste de Madrid, por lo que el turista que quiera conocer a Chinchón y no disponga de vehículo propio puede recurrir a un servicio de alquiler de coches en Madrid para llegar hasta el pueblo y poder disfrutar libremente de sus alrededores y los fantásticos paisajes de la región.

Comenzaremos nuestra visita a Chinchón conociendo su Plaza Mayor, una clásica plaza medieval, de arquitectura popular y llena de casas con soportales y balcones que fueron construidas en el siglo XV. Se considera una de las más bellas del mundo por su armonía y proporciones. De figura irregular y estructura sencilla, se rodea de construcciones de tres plantas, con galerías adinteladas y 234 balcones de madera.

Desde ahí comenzaremos un recorrido que ha de llevarnos por la Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción, el Teatro Lope de Vega, la Torre del Reloj, la Casa de la Cadena, el Castillo de los Condes y el de Casasola, las ermitas de San Roque, San Antón, la Misericordia y del Rosario, o el Convento de San Agustín, actual Parador de Turismo.

Especial atención merece la gastronomía de Chinchón, basada en la tradicional cocina castellana que ofrece gran número de restaurantes y mesones, como El Bar la Villa, donde el turista disfrutará de deliciosas y abundantes raciones de chorizo frito, morcilla de arroz, patatas bravas, o gambas con gabardina.

Cabe decir que el pueblo tiene fama en la elaboración de anís y aguardientes, y sus embutidos y quesos tradicionales son una delicia y un fantástico regalo para llevar de vuelta.

Otras opciones para comer son la fonda La Balconada, con un delicioso cabrito asado en horno de leña, gallina en pepitoria y vinos criados en Chinchón; Mesón El Duende, especializado en carnes a la brasa; Mesón Cuevas del Vino, que ha recibido a comensales tan ilustres como Orson Welles o Rafael Alberti y donde destacan la sopa del Mesón, las judías chinchoneras y el churrasco; o La Columna, en el que tomar patatas al revolcón, cochinillo asado y leche frita.

En cuanto al alojamiento, todo aquel que se quiera hospedar en Chinchón podrá hacerlo de acuerdo a sus gustos y particularidades, pues cuenta con una amplia oferta, desde el propio Parador a casas rurales, pasando por hoteles y hostales de varios precios. Respecto a las compras, en la localidad se pueden adquirir gran variedad de objetos artesanos tradicionales, así como aceites, quesos, aguardientes, vinos y ajos, además de deliciosos dulces artesanos.

Si quieres disfrutar de otras partes de la comunidad de Madrid, nuestra recomendación es que hagas una escapada al Panatano de San Juan, considerado como la playa de Madrid.

Imagen:  Wikimedia Commons / Manuel M. Vicente; Flickr / Javier Caride