Los turistas que pasen unos días en Madrid tienen que aprovechar el viaje, más si vienen de lejos, para conocer preciosas ciudades cercanas como Toledo o Segovia. Un plan perfecto para disfrutar de una buena comida y saborear la mejor gastronomía castellano-leonesa es acudir a comer al restaurante El Rancho de la Aldegüela, en la localidad segoviana de Torrecaballeros, famosa por su buen comer y a tan sólo 100 kilómetros de Madrid.
Segovia es famosa por su cochinillo y sin embargo también se disfruta de muy buen cordero. El Rancho de la Aldegüela destaca por ser uno de los restaurantes de la zona que mejor lo preparan. Pero, además de la cocina tradicional, el restaurante ha apostado en los últimos tiempos por una cocina atrevida e innovadora, así como por las nuevas tendencias gastronómicas y culinarias.
La forma más cómoda y directa para llegar a Torrecaballeros desde Madrid es ir en coche, de modo que si nos encontramos de visita en la capital podemos alquilar un vehículo con el que desplazarnos si lo que queremos conocer son los alrededores de Segovia. Por ejemplo, podemos partir de Plaza de España y desde allí encaminarnos para tomar la A-6, carretera parcialmente con peajes cuando se convierte en AP-6, pero de la que podremos desligarnos tomando el desvío del Puerto de los Leones.
En El Rancho de la Aldegüela el viajero disfrutará de un estilo rústico en el que saborear muy buena gastronomía castellana. Son muy recomendables platos como morcilla con piñones, fritos de cebolla, patatas a lo pobre, pastel de verduras, morro con setas o los deliciosos judiones de La Granja. Como plato fuerte, un buen cordero al horno. Las raciones son generosas y se puede comer maravillosamente por unos 50 euros por persona.
Pero además es posible alojarse en este lugar, muy cerca de la ciudad de Segovia, pues El Rancho incluye un hotel de 4 estrellas de habitaciones amplias, decoradas con gusto y suelos de madera. También cuenta con múltiples salones para recepciones‚ spa, guardería infantil, bar‚ terraza y un jardín céntrico, donde pueden jugar a gusto los niños. Lo que más dice de su restaurante es que es uno de los elegidos por los propios segovianos para ir a comer los fines de semana.