Nerja es una pequeña localidad malagueña, que muchos de nosotros conocemos por ser el escenario de la ya clásica serie de televisión “Verano Azul”. Se trata de una villa costera preciosa, tranquila, ideal para disfrutar del turismo familiar, por lo que nos parece un buen destino para las vacaciones de Semana Santa y un lugar estupendo para recorrer a través de una ruta en coche por Andalucía.
Sus alrededores ofrecen lugares increíbles para realizar pequeñas escapadas y conocer así el entorno de uno de los lugares con más encanto de España donde, además, puede visitarse una réplica del famoso barco de Chanquete, La Dorada I.
Nerja ofrece al visitante diversas actividades culturales, pero sin duda el mayor atractivo de este pueblecito pesquero de blancas casas es su cueva, conocida como la Catedral Natural de la Costa del Sol y situada a 5 kilómetros del pueblo, por lo que sería interesante alquilar un coche en Málaga con el que desplazarnos hasta la Sierra de la Almijara, donde se encuentra, y aprovechar después para conocer el entorno de Maro y sus playas. Hasta la Cueva de Nerja se llega por la A-7 en dirección Almería/Almuñécar/Motril.
El acceso a la gruta se realiza ascendiendo por una escalera que conduce a la primera sala, unida a las demás por un sinuoso corredor. La cueva cuenta con la sala del Belén, el Salón del Colmillo del Elefante, la Sala de la Cascada o del Ballet en la que se celebra un festival internacional de música y danza, la Sala de los Fantasmas y la Sala del Cataclismo, la mayor de todas y de cuyo centro emerge una inmensa columna de 45 metros de altura y 20 de diámetro, que figura en el Libro Guiness como la mayor del mundo.
En otras salas, como la de las Columnas de Hércules, de la Montaña, de la Arena, de la Cabra Hispánica y de la Inmensidad, el viajero podrá contemplar distintas pinturas rupestres. Además, en el interior de la cueva se exponen piezas arqueológicas de gran valor pertenecientes al hombre de Cromagnon.
Tras visitar la cueva, la recomendación pasa por que nos acerquemos a Maro, a tan sólo un kilómetro, un bello pueblo que se levanta en un paraje natural de gran valor medioambiental caracterizado por sus acantilados salpicados de pequeñas calas de aguas limpias y de gran riqueza en su flora y fauna marina. La Posidonia oceánica es una de las especies vegetales más significativas de esta región, ya que forma praderas vitales para el desove y crianza de diversos peces. No en vano, esta región costera está declarada por la ONU como Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo.
Si nos sumergimos bajo sus aguas cristalinas, descubriremos corales, esponjas, anémonas, equinodermos, moluscos, camarones, centollos o langostas, y peces como la doncella, el pez cardenal y el tres colas, así como tortugas bobas y delfines, que nadan más alejados de la costa y a veces pueden avistarse. A la playa de Maro, entre acantilados y bajo los restos de una antigua torre, se accede por una corta carretera empinada y llena de curvas. Su arena, oscura y rocosa, nos quemará los pies si no tenemos cuidado y nadaremos entre peces en sus aguas profundas y cristalinas.
Estas son algunas de las escapadas de Semana Santa más interesantes que puedes hacer cada año en la preciosa Málaga. Pero, además, si quieres hacer un viaje a otras partes de España para descubrir su oferta cultural, histórica y turística en estas fechas, no dejes de leer el post sobre dónde ir en Semana Santa cerca de Madrid con pareja.
Imagen: Flickr / Maximo Lopez; Wikimedia Commons / Millars ; Wikimedia Commons / Jullit31