En muchas ocasiones el coche se nos queda ‘muerto’ sin previo aviso y no sabemos por qué. Lo más seguro es que se trate de fallos en el sistema eléctrico por culpa de la batería, las bujías, algún fusible o el alternador. Aunque también existe la posibilidad de que sea un fallo en el motor de arranque.
Detectar que el problema del vehículo se debe a alguno de estos factores no es tan difícil como parece. De hecho, incluso en los modelos más modernos, el propio sistema eléctrico nos hará saber qué es lo que falla mediante la correspondiente luz de alarma del salpicadero.
Pero, veamos con más detalle los componentes que más fallos en el sistema eléctrico pueden darnos y cómo podremos solventarlo por nuestra cuenta.
- Batería. Al ser la fuente de electricidad para el coche, no es de extrañar que la batería sea la causante más común de un parón del vehículo. A no ser que la batería sea muy vieja y sus reactantes químicos se hayan agotado, recargarla es tan sencillo como utilizar unas pinzas conectadas a la batería de otro coche o lograr arrancar el vehículo y circular unos 30 minutos con él. Si aún con esas no logramos que la batería se recargue, no nos quedará más remedio que sustituirla. Si quieres saber un poco más sobre cómo cargar la batería del coche o cómo cuidar la batería del coche, no olvides leer nuestros post sobre estas temáticas.
- Alternador. Una vez que el coche está en marcha, el alternador se encarga de generar electricidad para recargar la batería. Si nos falla, la batería no se recargará y la electricidad consumida por el vehículo no será repuesta, con lo que nos quedaremos parados. También es posible que no sea el alternador en sí lo que falla, sino su correa, dándonos el mismo fallo en el vehículo.
- Fusibles. Todo el sistema eléctrico del vehículo se conecta mediante cables y fusibles cuya función es la protección de los componentes eléctricos frente a posibles subidas de tensión. Si se produce un pico de tensión los fusibles se rompen y el suministro eléctrico queda cortado. Remplazar un fusible roto es mucho más fácil y económico que la sustitución de cualquier componente eléctrico. Además, no abultan y resulta cómodo llevar un juego de repuesto en el coche.
- Bujías. Estos pequeños aparatos, así como su cableado, son los encargados del inicio de la combustión. Cualquier fallo, y no podremos arrancar el coche. Además, si nos funcionan mal, el ciclo de combustión en el motor (siempre que sea de combustión interna) se verá afectado, con lo que el coche no acelerará en condiciones y gastaremos mucho más combustible del habitual. Las bujías son bastante económicas y los pasos a seguir para su sustitución suelen venir indicados en el manual del vehículo. Este es uno de los fallos en el sistema eléctrico más sencillos, por lo que no nos supondrá demasiado dinero.